Camino de la Fábrica Iluminada












.... .

...




00. La ruta 01. Obertura Minera 02. Fisionómica del Far Wext 03. Fábrica de Sâo Paulo [Vila Viçosa] 04. Fábrica de Luz [Mérida] 05. A Moagem [Fundâo] 06. Factoría Repsol [Mérida] 07. Fábrica de Luz [Lobón]  08. Panificadora Galán [Mérida]  09. Presa [Alcántara]   10. Lavadero de lana de Los Barruecos [Malpartida de Cáceres] 11. Molino de Pancaliente [Mérida]  12. Fábrica de Lanifícios [Covilhâ]    13. Garaje Pla [Badajoz]   14. Lagar das Varas [Idanha-a-Velha] 15. Electro Harinera [Montijo] 16. Fábrica de la luz y Molino Moscoso [Badajoz]   17. Almazara del Marco [Cáceres] 18. Cementera Balboa [Alconera] 19. Silo [Mérida] 20. Pedreira de Sâo Sebastiâo [Borba] 21. Quinta do Carmo [Estremoz] 22. Almazara de San Isidro [Cáceres] 23. De lagares y molinos [Casar de Palomero] 24. Casa del Agua - Fábrica de la Luz [Alcuéscar]





La Fabbrica Illuminata, para soprano y cinta magnética, de Luigi Nono, de 1964, estaba compuesta a partir de las voces de los operarios de una fábrica, y los ruidos de las maquinarias, y el uso de la cinta y de esos materiales sonoros tenía, en todo caso, un doble sentido.


Por un lado acercaba la obra a la propia experiencia de los obreros –ajenos al ritual del concierto burgués– y, por el otro, ponía al compositor, trabajando más con sus manos que con su mente, procesando sonidos de la realidad y no de su imaginación, en la situación, casi, de otro trabajador fabril.

En 1969 el cantautor chileno Víctor Jara compuso su canción más conocida, la que hablaba del amor y de las condiciones laborales de los obreros en una fábrica al ruido de una sirena.

Te recuerdo Amanda
La calle mojada
Corriendo a la fábrica

Donde trabajaba Manuel
La sonrisa ancha

La lluvia en el pelo

No importaba nada
Ibas a encontrarte con él
Con él, con él, con él, con él, con él

Son cinco minutos
La vida es eterna en cinco minutos
Suena la sirena
De vuelta al trabajo
Y tu caminando
Lo iluminas todo
Los cinco minutos
Te hacen florecer


La Fabbrica Illuminata, para soprano y cinta magnética, de Luigi Nono, de 1964, estaba compuesta a partir de las voces de los operarios de una fábrica, y los ruidos de las maquinarias, y el uso de la cinta y de esos materiales sonoros tenía, en todo caso, un doble sentido.