La Ruta Reynolds



¿Qué tienen que ver Escocia, Oporto y Nueva Zelanda con Estremoz y Alburquerque?

En 1786 nace en el Condado de Kent, Thomas William Reynolds y Johnson. Y con él se da por comenzada esta hermosa historia. Cuentan que desde niño ya se sentía atraído por el mar y por navegar. Sus padres disponían de un pequeño negocio en el que comerciaban con vino de Oporto. En 1820 viaja a Portugal atraído por el negocio del vino. Se instala en Oporto con sus dos hijos Thomas y Robert, abasteciendo a Londres de diversos producto ibéricos.

Insatisfecho con la calidad de la materia prima del corcho de las tierras de Oporto, y habiendo oído maravillas de los bosques alcornocales alentejanos, un buen día a lomos de un caballo, y acompañado por un criado en una mula, llega a nuestras tierras el ínclito Reynolds, dando comienzo, de esta forma, una aventura empresarial, sentimental, territorial, más cercana a las novelas históricas de grandes sagas o a esas series americanas que todos tenemos en la cabeza y en la memoria reciente.

La presencia de la familia Reynolds en el antiguo territorio lusitano es uno de esos hitos que desgraciadamente ha pasado desapercibido, pero que supone un apunte imprescindible para conocer buena parte de nuetra historia más cercana.

La familia Reynolds es, probablemente, el gran ejemplo de la historia moderna donde las fronteras no tienen sentido. Los Reynolds hicieron de la eliminación de rayas bandera, y tan pronto los vemos creando bodegas en Estremoz como fábricas en Alburquerque, tan pronto los encontramos en el Palacio de Bragança de Vila Viçosa como emprendiendo aventuras empresariales en Barcarrota o estableciéndose en Badajoz.


Algunos de los Reynolds viajaron desde Alburquerque a Nueva Zelanda donde continúa la saga. Otros, la mayoría, se quedaron aquí. Aún hoy, con poco esfuerzo, podemos seguirles la pista. Para aquellos que quieran conocer más a fondo este capítulo de la pequeña historia lusitana se pueden acercar a la Lusipedia, donde se hace un recorrido por algunos de los nombres más relevantes del clan.

Esta ruta tan singular, y al mismo tiempo tan familiar, propone un recorrido por los lugares que han marcado las señas de identidad de la saga Reynolds. Quintas, haciendas, heredamientos o grandes bodegas imprescindibles para conocer una parte de nosotros mismos.