La historia de este fantástico lugar nos recuerda que antes de fábrica, fue convento.
Y es que según cuenta Tiago Salgueiro en su fantástico recorrido por Vila Viçosa, los Eremitas de São Paulo da Serra de Ossa se instalaron en el Alentejo en la segunda mitad del siglo XIV.
Con el paso del tiempo, y tras pasar por su correspondiente Ermita, se convirtió en convento regular con el nombre de Nossa Senhora do Amparo, cuya iglesia fue inaugurada en 1613.
Tras la desaparición de las órdenes religiosas masculinas, en 1834, el edificio fue expoliado. Y fue luego teatro y, más tarde cuartel, e incluso lugar de usos municipales.
En 1921 fue vendido a SOFAL, la Sociedade Fabril Alentejana, que instaló en el lugar un molino de aceite y de harina.
Y ahí recibe el nombre de Fábrica de São Paulo, convirtiéndose en un foco importante de la vida cotidiana de la ciudad.
Hace años, el edificio se abandonó. Y hoy está en evidente estado de degradación.
Acompañan a estas líneas, imágenes antiguas extraídas del blog de Tiago Salgueiro, imprescindible para conocer este pasado.
Fuente: Sentir Vila Viçosa. Tiago Salgueiro.
Con el paso del tiempo, y tras pasar por su correspondiente Ermita, se convirtió en convento regular con el nombre de Nossa Senhora do Amparo, cuya iglesia fue inaugurada en 1613.
Tras la desaparición de las órdenes religiosas masculinas, en 1834, el edificio fue expoliado. Y fue luego teatro y, más tarde cuartel, e incluso lugar de usos municipales.
En 1921 fue vendido a SOFAL, la Sociedade Fabril Alentejana, que instaló en el lugar un molino de aceite y de harina.
Y ahí recibe el nombre de Fábrica de São Paulo, convirtiéndose en un foco importante de la vida cotidiana de la ciudad.
Hace años, el edificio se abandonó. Y hoy está en evidente estado de degradación.
Acompañan a estas líneas, imágenes antiguas extraídas del blog de Tiago Salgueiro, imprescindible para conocer este pasado.
