Museu de Exvotos
[Elvas]
Pero lo que resulta sorprendente es su extraordinario y simpar Museo de exvotos, anejo a la sacristía (Del Santuario da Piedade). Cientos, miles de exvotos, también llamados milagros (ofrendas presentadas por sus devotos en ofrecimiento de una promesa anterior, tras haber conseguido la curación o el alivio de sus males) expuestos en unas salitas anejas y que ocupan ¡tres plantas! Como que los elvenses la conocen como la Casa de los Milagros.
Allí había exvotos desde el siglo XVIII (de 1720, te dice la santera), destacando por su importancia y cantidad, los pictóricos, cuadros pintados con un estilo ingenuo y sencillo (naif, diríamos ahora), donde se relata, con un texto en la parte inferior, la curación de alguna persona por intercesión de este Cristo milagroso. Y fotografías, miles de ellas, de todos los tamaños y épocas. Y figuras de cera (manos, brazos, piernas, ojos, cuerpos enteros...), colgadas también por cientos.
Inenarrable. Hay que ir a verla. Y llevarse la cámara. Obligatorio. Y como una muestra más de que esta devoción sigue vivísima en este siglo, por estas mismas fechas, incluso, tuvimos la ocasión de ver (y fotografiar, claro) el último exvoto llegado a la Casa, que venía con su embalaje, una gran caja de cartón: una figura de cera representando a un niño, con un lazo azul alrededor del cuello, con esta escueta leyenda: "20-9-05, Vasco Gomes". No hacía falta poner más.
Fuente: El Avisador de Badajoz.