La Batalla de Gévora
El Río, el puente y el fuerte. Parece sacado de una canción de Hérois do Mar. El Río es el Gévora, el puente es el que llaman de Cantillana y el fuerte es el de San Cristóbal. Son tres de los lugares que fueron testigos, la fría mañana del 19 de febrero de 1811, de una de las batallas que tuvieron lugar durante las Guerras Napoleónicas.
En la Batalla de Gévora el ejército francés a punto estuvo de aniquilar por completo al Ejército de Extremadura, al que sorpendió en las cercanías del Fuerte de San Cristóbal, en las puertas de Badajoz. Apenas veinte días después, la ciudad cayó en manos francesas después de un implacable asedio.
Bajo el puente de Cantillana pasa una senda verde y un grupo de ciclistas y la venta de Antonio. En el centro del puente, un agujero enorme, tan enorme que lo puedes ver desde Google Earth. Gaspar Mendes lo construyó. El paso del tiempo y la metralla del olvido están acabando con él. Date prisa.
Al fuerte has de subir con mirada serena y la imaginación a flor de piel. Apenas unos muros y muchas pintadas de aliento libertario. Al fondo, la Alcazaba de Badajoz y el rio, el Guadiana, claro, siempre el Guadiana.
El Río, el puente y el fuerte. Parece sacado de una canción de Hérois do Mar. El Río es el Gévora, el puente es el que llaman de Cantillana y el fuerte es el de San Cristóbal. Son tres de los lugares que fueron testigos, la fría mañana del 19 de febrero de 1811, de una de las batallas que tuvieron lugar durante las Guerras Napoleónicas.
En la Batalla de Gévora el ejército francés a punto estuvo de aniquilar por completo al Ejército de Extremadura, al que sorpendió en las cercanías del Fuerte de San Cristóbal, en las puertas de Badajoz. Apenas veinte días después, la ciudad cayó en manos francesas después de un implacable asedio.
Bajo el puente de Cantillana pasa una senda verde y un grupo de ciclistas y la venta de Antonio. En el centro del puente, un agujero enorme, tan enorme que lo puedes ver desde Google Earth. Gaspar Mendes lo construyó. El paso del tiempo y la metralla del olvido están acabando con él. Date prisa.
Al fuerte has de subir con mirada serena y la imaginación a flor de piel. Apenas unos muros y muchas pintadas de aliento libertario. Al fondo, la Alcazaba de Badajoz y el rio, el Guadiana, claro, siempre el Guadiana.