Batalha de Vila Viçosa
En el paraje de Montes Claros quedan los recuerdos en mármol de La Batalha de Vila Viçosa. 17 de junio de 1665. Vuelven los unos y los otros. Pero hoy puedes llamar a la puerta del Convento de la Luz, cerca, muy cerquita del padrâo que conmemora ese día de junio. El convento no es convento. Es una hermosísima casa grande con capilla azul. Su ama y señora te atenderá por la tarde. Los perros no te molestarán. Ella te contará las historias de su marido en las colonias mientras te marca con los dedos huesudos los puntos cardinales de la batalla. Tienes para toda la tarde. Para el día siguiente, Florbela, la poetisa de Vila Viçosa, te espera en las puertas de ese castillo normando que parece salido de las películas de Ivanhoe.
La batalha de Vila Viçosa, también llamada batalla de Montes Claros por tener lugar en este paraje cercano a la ciudad, tuvo lugar el 17 de junio de 1665, y se encuadra dentro de la Guerra da Restauraçâo.
Terminó con una importante derrota del ejército español. La penetración de las tropas españolas, dirigidas por Luis de Benavides Carrillo, Marqués de Caracena, en territorio portugués se llevó a cabo por la frontera del Alentejo. Éste sitió Villaviciosa, plaza que resistió denodadamente, por considerarla un punto esencial de comunicaciones entre Borba, Alandroal y Terena y un lugar de especial simbolismo por situarse allí uno de los palacios de la familia Braganza. A su encuentro se dirigieron los portugueses, encabezados por el marqués de Marialva, António Luís de Meneses. La batalla duró siete horas. Los españoles, con la artillería diezmada, contaron con numerosas bajas: 4.000 muertos y 6.000 prisioneros; del lado portugués, tan sólo 700 soldados dejaron allí la vida.
Puede considerarse que esta batalla impulsó definitivamente la independencia de Portugal, que sería reconocida por España tres años más tarde, con la firma entre los dos países del Tratado de Lisboa. Vila Viçosa fue la última de las cuatro grandes victorias portuguesas contra los españoles en la Guerra da Restauraçâo.
En el paraje de Montes Claros quedan los recuerdos en mármol de La Batalha de Vila Viçosa. 17 de junio de 1665. Vuelven los unos y los otros. Pero hoy puedes llamar a la puerta del Convento de la Luz, cerca, muy cerquita del padrâo que conmemora ese día de junio. El convento no es convento. Es una hermosísima casa grande con capilla azul. Su ama y señora te atenderá por la tarde. Los perros no te molestarán. Ella te contará las historias de su marido en las colonias mientras te marca con los dedos huesudos los puntos cardinales de la batalla. Tienes para toda la tarde. Para el día siguiente, Florbela, la poetisa de Vila Viçosa, te espera en las puertas de ese castillo normando que parece salido de las películas de Ivanhoe.
La batalha de Vila Viçosa, también llamada batalla de Montes Claros por tener lugar en este paraje cercano a la ciudad, tuvo lugar el 17 de junio de 1665, y se encuadra dentro de la Guerra da Restauraçâo.
Terminó con una importante derrota del ejército español. La penetración de las tropas españolas, dirigidas por Luis de Benavides Carrillo, Marqués de Caracena, en territorio portugués se llevó a cabo por la frontera del Alentejo. Éste sitió Villaviciosa, plaza que resistió denodadamente, por considerarla un punto esencial de comunicaciones entre Borba, Alandroal y Terena y un lugar de especial simbolismo por situarse allí uno de los palacios de la familia Braganza. A su encuentro se dirigieron los portugueses, encabezados por el marqués de Marialva, António Luís de Meneses. La batalla duró siete horas. Los españoles, con la artillería diezmada, contaron con numerosas bajas: 4.000 muertos y 6.000 prisioneros; del lado portugués, tan sólo 700 soldados dejaron allí la vida.
Puede considerarse que esta batalla impulsó definitivamente la independencia de Portugal, que sería reconocida por España tres años más tarde, con la firma entre los dos países del Tratado de Lisboa. Vila Viçosa fue la última de las cuatro grandes victorias portuguesas contra los españoles en la Guerra da Restauraçâo.